miércoles, 6 de agosto de 2008

• Estigma y discriminación relacionadas con VIH

Cuando las personas se basan en prejuicios y estereotipos para desvalorar a una persona o colectivo, y les desacreditan y degradan, están estigmatizándolas. El estigma no es natural, sino creado cultural y socialmente. El estigma conduce a la discriminación.

Decimos discriminación cuando se trata de un acto o una omisión que produce tratos injustos y que niega los derechos de las personas basados en estigma, prejuicios y estereotipos. En el caso del VIH, por ejemplo, las distinciones hechas basadas en el sabido o presumido estatus de VIH de una persona.

El estigma y la discriminación relacionados con el VIH son producto del miedo, la ignorancia, los malos entendidos y tabúes muy arraigados acerca del VIH y el SIDA. Por ejemplo, juicios morales sobre personas de las que asumimos han tenido una sexualidad diferente a la que se supone que es “normal”. Otra de las causas son los miedos acerca de la muerte y la enfermedad y, por supuesto, la falta de reconocimiento de que estigmatizamos a las demás personas.

Con mucha frecuencia estigmatizamos y discriminamos, sobre todo cuando no nos damos cuenta, por ejemplo cuando:

- Decimos “él o ella son promiscuos” o “se lo merece” etc.
- Aislamos a las personas que viven con VIH o hablamos mal a sus espaldas.
- En vez de informarnos sobre el tema, nos conformamos con hablar desde nuestros prejuicios y estereotipos.

En el fondo, quien discrimina o quien no cuestiona ser discriminado o discriminada, solamente está mostrando su desconocimiento y sus miedos, pues en vez de enfrentar su inseguridad acepta el juego del rechazo.

El estigma y la discriminación pueden ser muy dañinos para las personas jóvenes en un momento en que están tratando de comprender y construir su identidad y su lugar en el mundo.

Podemos hacer la diferencia cambiando nuestra forma de pensar y nuestras acciones. Para no estigmatizar ni discriminar hay que reflexionar la información y también nuestros prejuicios. Cuando uno tiene información en vez de prejuicios puede tener conocimiento y comprometerse a apoyar a otras personas.

El estigma y la discriminación relacionados con el VIH se asientan y refuerzan otros estereotipos negativos ya existentes y prejui- cios relacionados con la sexualidad, el género, la raza y la pobreza। De hecho, el estigma y discriminación tienen un impacto muy dañino tanto en el ámbito individual como en los ámbitos social, cultural, político y económico; y aún más importante, contribuyen directamente a la expansión del VIH.

Para entender mejor cómo dichos estigma y la discriminación contribuyen a la expansión, tienes los siguientes ejemplos:

El estigma y discriminación provocan que muchas personas, incluyendo jóvenes como tú, teman hacerse el examen de VIH, pedir asesoría, tratamiento o simplemente ayuda. Asimismo, muchas personas toman el riesgo de no tener una vida sexual protegida debido al miedo al estigma y la discriminación. Esto se debe a que piensan que si sugieren a su pareja usar condones, ésta les considerará “gente mala” porque puede pensar que solamente “cierto tipo de gente” es vulnerable al VIH. Esto no es cierto, todas las personas somos vulnerables al VIH. A la larga, estas prácticas influidas por el estigma y la discriminación contribuyen a la expansión del VIH.

Con respecto al ámbito individual, las consecuencias del estigma y la discriminación son el aislamiento, la culpa y la vergüenza. Esto se manifiesta de las siguientes maneras, por ejemplo:
- Aislamiento físico y social por parte de la familia, amigos, y la comunidad chismes, insultos apodos y censura.

Esto puede llegar a la expulsión familiar, del trabajo, de la escuela o de otros ámbitos de la vida social.
- Pérdida de derechos y poder de decisión.
- Auto-estigma: por ejemplo, las personas que viven con VIH se sienten culpables y se auto excluyen.
- Estigma por asociación: toda la familia sufre estigma porque uno de sus miembros viven con el virus.
- Estigma por apariencia, aspecto, preferencia sexual u ocupación laboral.
- En ocasiones se llega al alcoholismo, depresión, suicidio.

Basado en: “Understanding and challenging HIV stigma, Toolkit for action The change project.” Academy for Educational Develppment, 2003, páginas 3-१६

El estigma y la discriminación en relación con el VIH también refuerzan la violencia, las desigualdades y los prejuicios existentes sobre determinados grupos de población que ya sufren discriminación. Por ejemplo las mujeres, los hombres que tienen sexo con hombres, personas migrantes, personas encarceladas, trabajadoras y trabajadores sexuales, personas que consumen drogas inyectables, entre otros. Debe quedarte claro que estas personas tienen los mismos derechos que tú y que todas las personas. Lo que las hace más vulnerables al VIH es precisamente que no pueden ejercer sus derechos plenamente. Por ejemplo, la prevención del VIH se ve obstaculizada cuando las mujeres no pueden ejercer el derecho a tomar sus propias decisiones o cuando las personas jóvenes no pueden ejercer su derecho a la educación.

Las personas viviendo con VIH son maltratadas, marginadas, señaladas y discriminadas y sus derechos violados porque se presupone o se conoce su infección con VIH. Como resultado, estas personas sufren no sólo los problemas de la infección, sino también la consecuente pérdida de otros derechos. La promoción y protección de los derechos humanos anima a las personas viviendo con VIH a cooperar con las autoridades para responder mejor a la epidemia.

(Puedes utilizar las dinámicas 1, 2, 3, 11, 15, 16, 17, 18, 19 y 21 para compartir la información anterior).

miércoles, 23 de julio de 2008


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